Tras el paso iracundo de los superhéroes y las alertas afortunadamente incorrectas de tsunamis, la cartelera local se inclina generosamente hacia las risas gracias al retorno afortunado de una franquicia inolvidable. Pero, como podrán ver a continuación, no todo será tan seguro entre las butacas.
La pistola desnuda
Director: Akiva Schaffer
REPARTO: Liam Neeson, Pamela Anderson, Paul Walter Hauser
Género: Comedia
Es imposible no estar familiarizado con esto. Ya han sido varias las generaciones de latinos que han disfrutado de la saga de “The Naked Gun” (conocida en nuestros países de origen como “¿Y dónde está el policía?”), iniciada con un programa televisivo de breve duración y trasladada luego a tres entregas cinematográficas que desataron las risas en el planeta entero gracias a la presentación de las absurdas pero comiquísimas aventuras de un detective que se mostraba tan empeñoso como torpe.
En el 2010, la muerte de Leslie Nielsen, el impecable comediante que había interpretado siempre a Frank Drebin (el protagonista de la saga) puso fin a la posibilidad de que hubiera más cintas con su participación, aunque el último episodio a su cargo (“Naked Gun 33⅓: The Final Insult”, de 1994) había confirmado un declive que no ameritaba necesariamente una prolongación.
Es por eso que sorprende positivamente lo que sucede con la secuela actual, una producción que, en su mayoría, recurre a una comicidad plenamente efectiva e incluso desternillante, sobre todo porque sigue a pie juntillas el sentido del humor tonto pero creativo que fue propuesto por el director y guionista Daniel Zucker y sus asociados -responsables también de “Airplane!” y “Top Secret”- sin intentar hacer modificaciones severas que podrían darle más creatividad a la empresa, pero que desvirtuarían la pureza de sus intenciones.
De ese modo, se podría decir que el guión de Dan Gregor, Doug Mand y Akiva Schaffer (también director) toma la ruta segura, aunque también que, probablemente, esa era la única aproximación razonable. Pero presentar lo que presenta en los tiempos actuales le otorga un sentido adicional de irreverencia que no pasó desapercibido para sus creadores, quienes refuerzan en uno que otro momento los aspectos crudos del personaje en términos de machismo, de conservadurismo y de egocentrismo con la finalidad de conectar de algún modo con los cuestionamientos válidos que se les hacen en estos tiempos a los ‘agentes del orden’ y con algunas sensibilidades actuales. No hay que olvidar tampoco que el villano principal, Richard Cane (Danny Huston), es un multimillonario que dirige una compañía de automóviles eléctricos.
Sin embargo, la nueva “Naked Gun” no tiene grandes pretensiones de mensaje -lo que habría sido un error-, sobre todo porque, como tenía que ser, sus personajes son tan tontos y caricaturescos que cualquier pretensión analítica que se intente con ellos está condenada al fracaso.
En ese sentido, era imprescindible encontrar a un actor que cumpliera con los requisitos necesarios para suplantar a Nielsen y que, de paso, no lo imitara por completo, porque, en este caso, el protagonista no es el ‘viejo’ Frank -quien, en la historia, ya ha fallecido-, sino su hijo Frank Jr. -quien ha heredado muchos de los rasgos menos positivos de su antecesor, pero tiene personalidad propia-.
Por ese lado, hay que celebrar la idea que se tuvo para otorgarle el rol a Liam Neeson, un intérprete de enorme nivel que se ha hecho conocido por sus celebrados papeles dramáticos y por sus inusuales incursiones en los terrenos de la acción, pero al que nunca habíamos visto en un plan tan cómico. No teníamos duda de que lo que él iba a hacer en este proyecto estaría marcado por su habitual profesionalismo, pero no podíamos imaginar que iba a resultar tan divertido en el empleo del humor inexpresivo -durante los constantes juegos de palabras que distinguen a la franquicia- y en los infaltables momentos de ‘slapstick’ -cuando le toca formar parte de unas secuencias de pelea intencionalmente inverosímiles-.
Tampoco se le puede quitar méritos a Pamela Anderson, quien ha estado experimentado una revalidación de su talento como actriz desde “The Last Showgirl” (2024) y que brilla por todo lo alto en un papel que no requería de una destreza mayúscula, pero que calza perfectamente con la imagen de ‘femme fatale’ madura que demandaba el relato para poder implementar ese aspecto romántico que siempre estuvo presente en la saga.
A fin de cuentas, la nueva “arma desnuda” es una de esas películas cuya simple existencia puede parecer inicialmente cuestionable, pero que terminan resultando absolutamente necesarias por el éxito que tienen al lograr que pasemos un buen rato dentro de la sala oscura, incluso en los momentos en los que las bromas no son tan logradas -hay dos momentos de mal gusto demasiado similares, por ejemplo- y en los que la aparente necesidad de completar los 90 minutos requeridos nos exponen a algunas situaciones casi incomprensibles que rayan con el surrealismo -pero que se disfrutan precisamente por su aspecto desquiciado-.
JUNTOS

Director: Michael Shanks
Reparto: Dave Franco, Alison Brie, Damon Herriman
Género: Terror
A la mitad de un año que se ha distinguido ya por excelentes títulos de terror, como “Sinners”, “Bring Her Back” y “The Ugly Stepsister”, llega “Together”, una nueva apuesta de género que, pese a venir del lado independiente, coloca como protagonistas a una pareja de Hollywood particularmente querida: la que se encuentra conformada por Dave Franco y Alison Brie.
El hecho de que Franco y Brie hayan estado juntos por 13 años y de que sus personajes en la cinta lleven una década en el mismo plan favorece sin duda el nivel de credibilidad de sus interacciones, aunque es necesario dejar en claro que, a diferencia de lo que parece suceder con estos actores -es decir, la perdurabilidad de un romance saludable-, la relación entre Tim y Milie -sus interpretados- luce sumamente desgastada.
El responsable principal del problema parece ser Tim, quien no ha logrado desarrollar la carrera de músico que anhelaba; sin embargo, durante una escena particularmente ominosa que viene luego, él mismo revela la existencia de un trauma mayor que explica en buena medida lo que le viene sucediendo -pero no lo justifica del todo-.
Las cosas empiezan a cambiar luego de que, al caer accidentalmente dentro de una cueva subterránea ubicada en el bosque que rodea la casa de campo que acaban de alquilar para alejarse de la ciudad, ambos son sometidos a un fenómeno sobrenatural que le dará una nueva vida a su relación, pero no necesariamente por el lado positivo. A no ser que despertarte en medio de la noche para descubrir que tu ser querido está tratando de comerse tu pelo suene excitante para ti.
Claro que hay cosas aparentemente más placenteras en este proceso de transformación, como la que sucede inesperadamente entre los dos en el baño de la escuela donde trabaja Millie. Pero eso tampoco termina bien, e implica una imagen sumamente explícita de ‘conexión’ que hay que ver para creer. En realidad, “Together” tiene numerosos giros inesperados, y muchos de ellos son a la vez espeluznantes y entretenidos.
También tiene alusiones al ‘body horror’ que, cuando se considera lo sucedido con “The Substance”, pueden parecer poco originales, pero que toman su propio camino, se presentan para hacer toda clase de comentarios interesantes sobre la codependencia y adoptan además un tono mucho sensible que no merece pasar desapercibido.
Más allá de las esperadas actuaciones de Franco y de Brie, quienes nos llevan a empatizar con unos personajes que no son inmediatamente atractivos (bueno, al menos en el caso de Tim) , la eficacia de lo que apreciamos recae indudablemente en Michael Shanks, el joven director y guionista que escribió lo que es su ópera prima basándose en experiencias personales y que, fuera de uno que otro abuso de los ‘jump scares’, seduce al espectador con su envolvente empleo del espacio y un manejo mayormente práctico de efectos especiales que no deja nunca de impresionar.
Ella monta una escopeta

Director: Nick Rowland
REPARTO: Tres Eguton, Taron de Herger, Rob Jang.
Género: Thriller / Policial
A veces, es bueno prestar atención a los estrenos que se producen prácticamente bajo el radar, porque estos pueden ofrecer encantos ajenos a las habituales campañas de la industria. Ese es justamente el caso de “She Rides Shotgun”, que se lanza este jueves de manera limitada en salas de Los Ángeles y que, pese a no llegar antecedido por una enorme maquinaria promocional, es un filme particularmente sólido y ocasionalmente brillante.
En principio, todas las miradas deberían estar puestas en Taron Edgerton, quien interpretó a Elton John en “Rocketman” (2019) luego de haber participado en las dos primeras películas de “Kingsman”. Aquí, el solicitado galés se pone en la piel de Nate, un tipo que acaba de salir de la cárcel y que, en lugar de disfrutar de su libertad, se enfrenta a una circunstancia complicada que involucra a su ex esposa y a la hija que no ha visto en muchos años.
Pero lo cierto es que, desde su primera escena, el filme deja en claro que Ana Sophia Heger, la niña que interpreta estupendamente a Polly, será la estrella de la aventura. Y es que es ella misma la que aparece afuera de su escuela, esperando la llegada de una madre que nunca llega y que es súbitamente reemplazada por un padre al que prácticamente no conoce y que le genera naturalmente desconfianza, sobre todo cuando se entera que el tipo está siendo acusado de un doble homicidio.
Edgerton y Heger tienen una buena química, y eso hace que la relación entre sus personajes sea creíble, incluso en los escasos momentos en el que el relato toma aires un tanto inconcebibles. Edgerton se muestra rudo y dispuesto a la pelea, pero también sensible; en vista de su experiencia, no podía esperarse menos. La verdadera sorpresa por aquí es Heger, quien, a los 11 años, asume con absoluta convicción un rol complicado que lleva a su personaje a ser testigo y hasta a participar en situaciones que no corresponden a su edad mientras pugna por mantener la inocencia de la infancia.
Encontrar a una persona así sometida a esta clase de trámites remite inevitablemente a “Léon: The Professional” (1994), lo que podría quitarle de algún modo originalidad a este título; pero hay que tomar en cuenta que, en realidad, la presente cinta se encuentra basada en una novela del 2017 que no hemos leído, pero que parece contar con una buena reputación.
Curiosamente, pese a que su autor, Jordan Harper, es también un escritor de televisión y productor, él no ha participado en la adaptación de su trabajo, ya que el guión aparece encomendado a Ben Collins y Luke Piotrowski, el dúo creativo que se encontró detrás de los textos empleados para filmar “The Night House” (2020) y el celebrado ‘reboot’ de “Hellraiser” (2022). A diferencia de esos trabajos, “She Rides Shotgun” no se inscribe en los terrenos del terror; pero no faltan en su desarrollo las escenas de violencia y de suspenso.
Ni tampoco las de acción, respaldadas dignamente por el director Nick Rowland, quien muestra un claro talento para dirigir esta clase de secuencias, no solo en lo que respecta a los encuentros a balazos, sino también en el planteamiento de unas persecuciones automovilísticas que llegan coronadas por un vistoso estilo visual.