PORTLAND, Oregon (Koin) – En mis 43 años transmitiendo en Portland, informé sobre miles de historias. Pero este viene con emociones mixtas y un corazón lleno de gratitud.
A medida que nos dirigimos a la semana de Acción de Gracias, anclaré mi último noticiero en Koin.
Amo lo que hago. Francamente, a menudo digo que nací para hacer este trabajo. Pero hay temporadas en la vida, y mi largo y hermoso verano está a punto de hacer la transición a mi próxima temporada.
Esta fue mi decisión. El personal y la gerencia de Koin siempre me han dicho que tenía un trabajo de por vida. Pero la vida es corta y es hora del próximo capítulo.
Mirando hacia atrás en mi carrera, me siento bendecido, afortunado y humilde. Cuando era niño, siempre fue mi sueño ser un periódico de televisión. Y mientras miro todos estos años, me pregunto: ¿a dónde fue el tiempo?
“Crecí mirándote” es lo que la mayoría de la gente dice cuando me encuentran en la calle o en la tienda. Pero, realmente, siento lo mismo por ti. Siempre has sido parte de mi vida.
Hemos compartido lágrimas y risas, historias de tragedia y esperanza. Con los años, he recibido muchos premios y Emmys por mis informes. Pero el honor más grande y precioso es el amor y la amabilidad que has mostrado y compartido conmigo a lo largo de los años.
Eso no es algo que pueda colgar en una pared o poner en un estante. Pero es algo que siempre permanece en mi corazón.
Las personas de noticias a menudo pasan a otras estaciones y ciudades. Van y van. Pero no este periódico. Este fue y siempre será mi hogar, un lugar donde no solo cubrí las noticias sino que crié una familia, y ahora nietos.
Observe, por favor, no he usado la palabra “retirarse”. Estaré ocupado haciendo otras cosas cuando salga por detrás del escritorio de anclaje de noticias Koin 6. Pero aún estaré aquí durante los próximos meses.
A partir de mediados de septiembre, te llevaré por el carril de la memoria con una serie de informes cada semana. “Jeff’s Journal” mirará hacia atrás y recordará algunas de mis historias más memorables en las últimas cuatro décadas. Espero que camine este camino conmigo.
Finalmente, esto no es realmente “adiós” tanto como es “gracias”. Es el momento en que pasamos juntos lo que importa. Es lo que siempre atesoraré, y nunca olvidaré.