Reino Unido, Japón y varios países europeos son parte de un grupo de 28 naciones que emitieron el lunes una declaración conjunta en la que afirmaron que la guerra en Gaza “debe terminar ahora” —la más reciente muestra de que los aliados utilizan un lenguaje cada vez más contundente a medida que se profundiza el aislamiento de Israel.

Los ministros de Asuntos Exteriores de países como Australia y Canadá manifestaron que “el sufrimiento de los civiles en Gaza ha alcanzado nuevas profundidades”. Condenaron “la ayuda a cuentagotas y el inhumano asesinato de civiles, incluidos niños, que buscaban satisfacer sus necesidades más básicas de agua y alimentos”.

La declaración describió como “horrendas” las recientes muertes de más de 800 palestinos mientras buscaban ayuda, según las cifras publicadas por el Ministerio de Salud de Gaza y la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas.

“El modelo de entrega de ayuda del gobierno israelí es peligroso, alimenta la inestabilidad y priva a los gazatíes de la dignidad humana”, señalaron los países. “La negativa del gobierno israelí a proporcionar asistencia humanitaria esencial a la población civil es inaceptable. Israel debe cumplir con sus obligaciones bajo el derecho humanitario internacional”.

Israel y EE.UU. rechazan las críticas

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel rechazó el comunicado, diciendo que estaba “desconectado de la realidad y envía el mensaje equivocado a Hamás”. Acusó al grupo miliciano de prolongar la guerra al negarse a aceptar una propuesta respaldada por Israel para un alto el fuego temporal y la liberación de rehenes.

“Hamás es la única parte responsable de la continuación de la guerra y el sufrimiento en ambos lados”, publicó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Oren Marmorstein, en un mensaje en la red social X.

El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, también rechazó la declaración de muchos de los aliados más cercanos de su país, calificándola de “repugnante” en una publicación en X. Añadió que, en su lugar, estos países deberían presionar a los “salvajes de Hamás”.

También llamó la atención la ausencia de Alemania de la declaración.

El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul escribió en X que el lunes sostuvo una conversación con su homólogo israelí Gideon Saar y le expresó la “mayor preocupación por la catastrófica situación humanitaria” en Gaza a medida que se amplía la ofensiva de Israel. Hizo un llamado a Israel para implementar acuerdos con la Unión Europea para permitir el ingreso de más ayuda humanitaria.

El deterioro de la crisis humanitaria

Los más de 2 millones de palestinos que conforman la población de Gaza atraviesan una crisis humanitaria catastrófica, y dependen en gran medida de la ayuda humanitaria que ingresa al territorio de forma limitada. La ofensiva de Israel ha desplazado a cerca del 90% de los habitantes, y muchas personas se han visto obligadas a huir en más de una ocasión.

La mayoría de los suministros de alimentos que Israel ha permitido entrar en Gaza van dirigidos a la Fundación Humanitaria de Gaza, un grupo estadounidense respaldado por Israel. Desde que las operaciones del grupo comenzaron en mayo, cientos de palestinos han muerto baleados por soldados israelíes mientras se dirigían a los sitios de distribución, según testigos y funcionarios de salud. El ejército israelí asegura que únicamente ha realizado disparos de advertencia a quienes se acercan a sus fuerzas.

Los 21 meses de guerra de Israel con Hamás han llevado a Gaza al borde de la hambruna, provocado protestas en todo el mundo y han dejado como resultado una orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Israel ha desestimado críticas anteriores

Las críticas de los aliados sobre las acciones de Israel han tenido poco efecto. En mayo, Reino Unido, Francia y Canadá emitieron una declaración conjunta instando al gobierno de Netanyahu a detener sus operaciones militares en Gaza y amenazando con “acciones concretas” si no lo hacía.

Israel rechaza las críticas sobre sus acciones en tiempos de guerra, afirmando que sus fuerzas han actuado en apego a las leyes y culpando a Hamás por las muertes de civiles debido a que los combatientes operan en áreas pobladas. Afirma que ha permitido el ingreso de comida suficiente para sostener a Gaza y acusa a Hamás de desviar gran parte de la asistencia humanitaria. Naciones Unidas afirma que no hay evidencia de un desvío generalizado de la ayuda.

La nueva declaración conjunta pidió un alto al fuego inmediato, diciendo que los países están preparados para tomar medidas para apoyar un camino político hacia la paz en la región.

Israel y Hamás han estado involucrados en conversaciones para un alto al fuego, pero no parece haber un avance, y no está claro si alguna tregua pondría fin a la guerra de manera duradera. Netanyahu ha prometido continuar con la guerra hasta que todos los rehenes sean devueltos y Hamás sea derrotado o desarmado .

En un discurso ante el Parlamento, el secretario de Asuntos Exteriores británico David Lammy agradeció a Estados Unidos, Qatar y Egipto por sus esfuerzos diplomáticos para tratar de poner fin a la guerra.

“No hay solución militar”, destacó Lammy. “El próximo alto el fuego debe ser el último”.

Hamás desencadenó la guerra cuando militantes irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a alrededor de 1.200 personas y tomando a otras 251 como rehenes. Cincuenta permanecen en Gaza, pero se cree que menos de la mitad continúa con vida.

La ofensiva militar de Israel ha cobrado la vida de más de 59.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Su conteo no distingue entre combatientes y civiles, pero el ministerio afirma que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. La agencia es parte del gobierno de Hamás, pero la ONU y otras organizaciones internacionales lo consideran la fuente más confiable de datos sobre víctimas.

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