Un lapso de tiempo del terremoto de Japón 2011 ha proporcionado una visión impactante de lo rápido que se necesita un tsunami para llegar al resto del mundo.
El terremoto de 9.1 Richter golpeó la costa noreste de Honshu, la isla principal de Japón, a las 2.46 p.m., hora local el 11 de marzo, causando un tsunami de hasta 56 pies de altura que lavó tierra adentro y destruyó todo a su camino.
Una reconstrucción desgarradora del desastre muestra cómo en cuestión de las horas la ola colosal pudo cruzar el océano más grande de la tierra, lo que resultó en consecuencias devastadoras para cualquier país a su paso.
Solo tres horas después de que el terremoto golpeó a Honshu, ya había llegado a la costa sur de la península de Kamchatka de Rusia a unas 750 millas de distancia.
En nueve horas, el tsunami había golpeado el Golfo de Alaska antes de chocar con la costa californiana unos 40 minutos después.
Después de alrededor de 14 horas desde que estalló el devastador terremoto, el tsunami se había extendido a la costa sudeste de México, llegando finalmente a orillas de América del Sur en alrededor de 20 horas.