23 de julio de 2025 13:23 es
Publicado por primera vez en: 23 de julio de 2025 a las 13:23 es
Escrito por Mahima Varma
Un video viral de un honor para matar a algunos de los pocos que han sido identificados como Bano Bibi y Ashan Ullah en Baluchistán, Pakistán, ha estado circulando desde el 20 de julio, está indignando con razón la sociedad civil. Algunos informes indican que el asesinato fue un castigo para casarse sin el permiso de la familia. Otros afirman que la pareja tenía un asunto ilegal: cada uno ya estaba casado, con hijos.
Los asesinatos han pedido el miedo al “castigo por el amor”. La implementación de las leyes habituales represivas sobre las leyes constitucionales: el chef tribal pidió a la religión que justifique las leyes locales, hechas con la mujer para mantener un Corán antes de ser disparado, muestra cómo funciona el sistema contra aquellos que desean vivir su elección. La grabación del video y su circulación para el consumo de masa fueron posibles para establecer un precedente para mostrar otros para tomar decisiones similares.
Los incidentes de asesinatos honorarios no son nuevos. Los grupos que se consideran superiores basados en clase, género, región, etnia, religión y casta cometen violencia, legitimadas por las leyes locales para proteger su poder en nombre de la tradición, el hábito y el honor. Especialmente a veces incluso la posición marginada con el liderazgo local dominante a cambio de acceso a recursos materiales, seguridad y exhibición moral, a menudo intercambiando el pozo de sus propios familiares en las leyes habituales. En el matrimonio, Honor está vinculado a la sumisión y el cumplimiento de las leyes sociales. Vrandingen – Amor romántico y práctica de su elección en el matrimonio, especialmente por las mujeres, conducen al castigo: a veces la muerte.
En los asesinatos honorarios en Baluchistán estaba el grupo dominante de hombres: su hermano, el chef tribal y una camarilla de testigos y tiradores masculinos. Las mujeres fueron excluidas tanto de la decisión del consejo como del sitio de la violencia. La ausencia de otros miembros de la familia de la pareja, que estalló al hermano de la mujer, también mostró la marginación de la familia dentro de la comunidad. Son castigados debido a sus fallas en “controlar” a sus esposas.
El matrimonio da legitimidad a la descendencia. Y así, las alianzas matrimoniales están muy revisadas y cuidadosamente decididas. Representa una alianza social, política y económica. El acto de una mujer de ‘trampa’ se interpreta como un injusto para su trabajo reproductivo que le da la santidad para ser ‘esposa’ y ‘madre’. En Baluchistán, el papel del hermano de la mujer muestra la intensidad de la ‘vergüenza’ que trae tal acto a la familia al informar el caso y dispararle a su hermana.
En este contexto, los asesinatos honorarios nos obligan a reconsiderar la idea del colectivo. ¿Qué parámetros se utilizan para determinar el liderazgo del colectivo? ¿Puede el ‘colectivo’ tener una conciencia común si hay críticos y partidarios de un acto tan horrible? Donde las leyes habituales y constitucionales están en funcionamiento, ¿cómo define el delito colectivo y el castigo? ¿De quién se mantiene la opinión y de quién es marginado? La solución para abordar a Eerdoorden radica en encontrar un punto de cruce entre estos puntos de vista. Si las leyes habituales del colectivo son prioridad por encima de los mandatos constitucionales, las mujeres continuarían sufriendo. El incidente en Baluchistán es solo un síntoma; La pregunta más amplia radica en la comprensión patriarcal del amor y los derechos de género.
El escritor le da a Dociology a Jesus and Mary College, Universidad de Delhi