Las licuachelas y licualocas conquistan CDMX: cinco lugares imperdibles para probar estas bebidas únicas

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En Ciudad de México, la creatividad gastronómica no conoce límites, y un claro ejemplo de ello son las famosas “licuachelas”, micheladas servidas en vasos de licuadoras, que han ganado una enorme popularidad en los últimos meses. Pero la innovación no se detiene en la cerveza: también abundan cocteles y mezclas pensadas para los más audaces paladares.

Dolls Drinks: un universo de sabores y colores

Ubicado en Tepito, Dolls Drinks se ha transformado en uno de los principales referentes de esta tendencia. Bajo el lema “puedes ser lo que quieras ser”, este emprendimiento familiar, liderado por Adrián, mixólogo, y su sobrina conocida como “Barbie”, ha perfeccionado un concepto que surgió a finales de 2020.

El lugar ofrece una carta variada con cerca de 60 opciones, música en vivo y un ambiente vibrante. Entre su selección destacan los vasos temáticos, siendo las licuadoras los favoritos del público.

En Dolls Drinks se pueden disfrutar mojitos de sabores como natural, pepino, mango y frutos rojos; cervezas en versiones cubana, Clamato o “cerechela”; además de daiquiris de mango, fresa-kiwi, pepino, moras, durazno, cereza o tamarindo. También proponen tragos propios como el “Ken” y el “Barbie”, que ya se han vuelto clásicos de la casa.

Micheladas Doble SS Susy y Sara: sabor y fiesta en Tepito

Otro punto emblemático es el de las hermanas Susy y Sara, creadoras de Micheladas Doble SS en Tepito. Su fama ha trascendido tanto que recientemente participaron en la serie “La Divina Gula” de Netflix, donde presentaron sus populares “licuadoras locas” con una advertencia clara: “te las tomas y te pones más loca tú”.

En su puesto se pueden encontrar micheladas tradicionales, “gomichelas”, “cerechelas”, y las imperdibles “licuachelas locas” elaboradas con cerveza o Sky. También ofrecen piñas coladas, así como tragos de tequila, whisky o ron preparado. Para quienes prefieren opciones sin alcohol, está disponible la refrescante sangría preparada.

Todo esto acompañado de un auténtico ambiente sonidero que convierte cada visita en una verdadera celebración.

Una tendencia que sigue creciendo

Las licuachelas y licualocas no solo son una moda pasajera; representan una nueva forma de disfrutar la bebida con un toque divertido, desenfadado y lleno de color. Cada rincón donde se sirven es una invitación a experimentar, a atreverse y, por supuesto, a brindar.

Con cada sorbo, Ciudad de México confirma su lugar como uno de los epicentros gastronómicos más originales y vibrantes de América Latina.